La semana pasada tuve la suerte de conocer a Horizakura en Tokyo y estuvimos charlando un rato. Después de unos cuantos años de duro trabajo en New York, acaba de abrir su propio estudio en la ciudad para seguir creando las maravillas que le enseñó su maestro, Horitoshi I y seguir difundiendo el Horimono en Estados Unidos.
Horizakura saltó a la fama gracias a Miami Ink.
¿El año próximo en Barcelona...?